De Oslo en fotos

La reina Margarita de Dinamarca cumple 75 años, serán ocho días de rumaba y gozo real. Los reyes de Noruega seguro ya están anotados pa´ la pachanga así como una larga lista de cabezas coronadas. Esta mañana, el presentador del programa donde hablo me preguntaba si ya me había comprado el vestido para las celebraciones y yo, en broma, le decía que «claro». Pues venezolana que se respete está bien linda y decorada incluso antes de que la ocasión se presente.

Es mentira, no estoy invitada a ningún bonche real, ya no represento a ningún medio grande y tampoco me encanta la farándula, pero es divertido imaginárselo, en todo caso. Sin embargo, algo realmente maravilloso cocurrió esta tarde, la ciudad sí que estaba engalanada, como con un aire solidario con su país primo-hermano. El sol precioso, la temperatura invitaba a salir a dar un paseo digno de una reina. Un paseo que tomó poco más de una hora pero que dejó en mis ojos una impresión de oro.

Si hay algo que disfruto es tomar fotos, pero fotos «de verdad, verdad». La tendencia a utilizar el celular o la tableta para captar imágenes HD me hubo seducido tanto que casi olvidaba cuanto me gusta hacer clic con mi cámara «grande».

En estas fotos de Akershus, el fuerte en frente del muelle donde atracan los cruceros, con paredes y estructuras, algunas haste de 600 años, el edificio de la ópera, el parlamento y un poquito más, no hay efectos ni ediciones, todo al natural. Fotos sin maquillaje, fotos de cinco de la tarde. El mar brillante como la melena de una muchacha de pueblo, como los dientes de un hermano en el cielo. Una urraca que huye de mi lente, el soldado con los ojos cerrados porque no puede ver de frente al sol que le tuesta la carita blanca llena de pecas, la fresca brisa que me peina el corazón.

Realmente, lo que quería con el recorrido era medir el tiempo y las rutas para mis próximos paseos con turistas y también buscaba más secretos y tesoros escondidos en callejuelas y rincones. Varias estaciones me sorprendieron, otras, un poco más sórdidas y que ya conocía, también se me cruzaron por el camino. Me sentí como si buscaba huevos de pascua después de la Pascua. Las sobras entre los arbustos, los remates jugosos de trés por dos.

No puedo negar que debí hacerme la «musiua», es decir hacerme la vista gorda ante los defectos que encontré en algunas estructuras nuevas. Las desviaciones, nebulosas de polvo y escombros por doquier me molestaban de sobre manera, porque que soy, aunque no parezca, perfeccionista en cuanto a obras públicas se refiere y en un país tan rico como Noruega no justifico la lentitud y la burocracia. Pero quiero describir algo lindo ya que de terrores e ineficiencia está lleno el mundo, entonces, vuelvo a pensar  «mejor la fotografía tradicional que la del móbil».

Mirando el edificio de la ópera desde lejos, pensaba en lo dichosa que he sido este día. Antes, reportar en la radio, cosa que me encanta, luego la visita angelical de dos amiguitos. Jugamos, bailamos, cantamos y hasta pude, SÍ que pude, mover el Hula Hula. Risas y alegrías propias de estar con niños. Carreras por el centro tratando de agarrar los tranvía como si de atrapar mariposas se tratara, parecíamos como dijo la nana «los Mupets en la ciudad» muy gracioso todo. Niños, perro, carreras y locuras, para terminar con estas vistas y un helado sabor a Cherry García de Ben & Jerry´s. Qué más puede uno pedirle a la vida? Lo mismo pensará mi perro Tito, compañero fiel, siempre listo para correr y oler.

Oslo, es una ciudad sin pretenciones, y es justamente por eso que me gusta tanto, que me siento en casa. Terminé cansada, tal vez los zapatos no eran, después de todo, los más adecuados para este paseo real, pero nada que un par de cervecitas frías que me esperaban en la nevera, cual botella de Alicia «bébeme», no pudieran refrescar y por supuesto, por ser viernes puse a descansar los fogones pidiendo una pizza de esas bien puercas «take away».

La sencillez de un viernes que dibuja en mi rostro la certeza de haber a bien gastado otro regalo de día y que quise compartir en fotos y con mis propias palabras, aunque ciertamente, la imágen lo cuenta mejor que yo.

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s