En los Emiratos Arabes Unidos, Singapore, India, Sri Lanka, Malasia e Indonesia, los baños tienen a parte del inodoro una manguera para que las personas tengan la oportunidad de lavarse sus partes íntimas después de haber usado el servicio.

En algunas partes de Alemania, la tecnología de aseo de las pocetas vienen con un dispositivo desinfectante automático, esto no sólo en los aeropuertos sino también en restaurantes y paradores de carretera. En Noruega ofrecen un gel o líquido.

Pero el mejor sitio para utilizar el baño es Japón porque todos los aseos, sin excepción, son pulcros.  Si tienes diarrea, malestares estomacales, estás encinta y tienes que miccionar a cada diez minutos JAPÓN ES TU LUGAR. Al menos en Tokio y las ciudades principales, en la mayoría de los hoteles y baños públicos tienen este artefacto que lava, seca y desodoriza.

En establecimientos más lujosos hasta cantan, para que la vecina o el vecino no sepa qué estas haciendo. Increíble. El asiento de la tasa se mantiene calentito para esas noches heladas. Yo quiero uno de esos! Digo cada vez que regreso a mi heladera noruega.

No hay mejor vuelo que un intercontinental a Japón, no sé si es que los japoneses se programan para no usar el servicio las hasta catorce horas de vuelo para no usarlo o qué pero siempre están esos aviones impecables. Lo dice una maniática del antibacterial que viaja con un Laysol de bolsillo para desinfectarlo todo.

Estaba leyendo por ahí en un artículo que Japón se lleva el título mundial a los mejores baños porque consideran que el tiempo en el aseo es un tiempo para tener dignidad, palabras más, palabras menos. Y es que yo debo tener, en algunas cosas, mentalidad nipona porque de corazón concuerdo con que el baño, el trono como le dicen coloquialmente en muchos lugares, es un medidor del respeto que los países, o los establecimientos, sean públicos o privados muestran al ciudadano.

Recuerdo que una vez fue a la disco más “posh” , “chic”, “pija”, de Oslo y cuando entré a los baños supe que era la más cutre. No porque estuviese sucio, o descuidado, es que eran ruinas y vi como las mujeres y los hombres estaban hacinados de manera que casi, uno podía orinar encima del otro. Mientras alguien vomitaba por un ladito, otro se estaba guardando “el paquete” sin poder lavarse las manos luego. Asqueroso. Dije, no gasto un centavo más en este lugar de irrespeto.

Igualmente me ha sucedido en restaurantes de lujo que han recibido de las mejores críticas gastronómicas, pero, no sólo es la comida, es el servicio.

Cuando tengo que evaluar algún hotel, algún restaurante me fijo en detalles como estos. En China, Japón y Korea y en general en el sur este asiático se encuentran todavía los servicios con letrina, no son letrinas del sistema antiguo sino con agua corriente en las cañerías, pero hay que agacharse y para alguien occidental que no está acostumbrada a usar este sistema, lo lógico es que todo quede chispoteado, bueno en China con el mismo trapo que limpian nuestros desastres limpian todo el baño, entonces todo huele a pipí.

En algunos casos, encienden un incienso, para disfrazar la peste. Sin embargo, hay sitios donde los mantienen igualmente en óptimas condiciones porque usan los productos adecuados, adivinen dónde? Sí, en Japón. De verdad, los aseos, como dije líneas arriba, son de alguna manera una carta de presentación del local.

Si eres dueño o dueña, gerente de alguna tienda o restaurante recuerda que, hay muchos detalles que la gente como yo, que escribe de viajes va a notar de tu establecimiento y con lograr un buen ranking  se estará evaluando también tu trabajo. Así lo hablaba con una de las conserjes del hotel Four Seasons de Seul, recientemente.

Aquí les dejo mi impresión de cuáles son las cinco ciudades con los mejores aseos del mundo:

Tokio, en general sin lugar a dudas.

Osaka. Universal Studios, para un lugar de esta magnitud, con la cantidad de gente los baños eran un sueño.

Singapur, el aeropuerto.

Sydney, Australia.

Cracovia, Polonia. Hoteles y restaurantes.

Shanghai, China. En comparación con otras ciudades del país, se lleva la batuta.

Omán, Emiratos Arabes Unidos.

Copenhague, Dinamarca, por sus baños públicos en la plaza central.

Santa Mónica, California.

Baños de carretera en Alemania del norte y del sur aunque hay que pagar.

He notado con agrado que al menos en algunos aeropuertos están mejorando este servicio, vale la pena mencionar Charles de Gaulle, que va mejorando poquito a poquito y el aeropuerto de Frankfurt para ser tan grande, también está mejorando la limpieza de sus aseos.

Hay que considerar a esos países o ciudades que tratan de tener sus lavabos en buen estado, en la medida de sus posibilidades económicas y de escasez de agua o de recursos. Son las ganas que haya de respetar al visitante, al viajero cansado. Por eso aplaudo a los que tratan de que sus establecimientos al menos estén limpios.

Que al menos haya agua en un contenedor para bajar el tanque. Son muchos, los que tratan de tener al menos un ventilador para los días de calor despiadado, o de vez en cuando, rocían un poco de quita olores, y mata insectos. Felicidades a los que cuidan a sus clientes de esa manera. Una florecita en el desierto alegra el ojo del que la ve y del que sabe que la ha puesto ahí.